La Meditación de Atención Plena, que es dual, implica la existencia de un sujeto y un objeto. Puede tener dos vertientes:
- Contemplación-Concentración: fijar la atención en un objeto externo como una flor, o interno como la respiración, etc.
- Atención Plena Abierta: mantenerse consciente y atento a aquello que aparezca como pensamientos, sentimientos, emociones, sensaciones corporales, sin adherirse a ellos.
Los estados de consciencia en la meditación se caracterizan por cualidades como la claridad y estabilidad.
Claridad
En la contemplación-concentración se refiere a la viveza o intensidad de la consciencia con respecto a la respiración, un objeto, una imagen mental etc.
En la Atención Plena Abierta se refiere a la viveza del campo global de consciencia y los objetos que aparecen.
Estabilidad
Se trata de la calma y firmeza de la consciencia.
Estas cualidades contrastan con el embotamiento y la excitación respectivamente. El embotamiento disminuye la claridad y la excitación disminuye la estabilidad.
Es frecuente que en meditadores no experimentados ambas cualidades no vayan sincronizadas y se contrapongan. Así si alcanzamos por ejemplo estabilidad, puede disminuir la claridad y causar embotamiento y sueño. La práctica continuada en el tiempo logra que ambas cualidades se armonicen y sincronicen.
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